18 dic 2011

Efímeras mentes...

Y sientes otra vez que no perteneces a nada ni a nadie. Sientes que a nadie le importas, tu mente se cierra para ti mismo, y ya no vuelve en sí. Pero sabes que la gente se preocupa por ti, a pesar de tu ceguera.
Te pasas el día llorando sin nadie más que tú mismo para secarte las lágrimas. Palabras vacías que llegan a  todos los rincones de tu cabeza, con el mismo eco, resuenan y resuenan sin nada más que un simple rastro, como un último aliento.
Quieres tantas cosas, y todas ellas son tan simples... Pero lo único que puedes hacer es esperar, con el frío del invierno recorriendo todo tu cuerpo, hasta congelarte las ideas. Nada puede salir bien, ahora no.

Pensar a oscuras, inmensa oscuridad. Siempre he querido que me canten esta canción al oído...

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