Otro día más...

Todos los días, casi siempre es la misma rutina... Levantarte, vestirte, desayunar, lavarte la cara, los dientes e ir al instituto o al trabajo.
Todas las mañanas, veo a gente como si fueran zombies. Con sueño, con dolores, o por sus caras, a veces con problemas bastante gordos. Hay muchas caras que rebelan como les ha ido el día anterior o como han dormido. en cambio otras, demuestran sensaciones diferentes, unas de alegría por que esperan ver a sus parejas, o otras que prácticamente dan ganas de decirles si necesitan ayuda, o cualquier tipo de bienestar.
Pero bueno... Todo esto se resume en que las mañanas hay gente que las sabe disimular y otras que no.
Luego llega, una larga jornada de trabajo o de estudio (en caso de los estudiantes, claro), cuando acaba, al llegar a casa aún tienes más tareas de las que encargarte. Y acabas el día, pensando que que harías para cambiar una simple cosa insignificante de tu rutina diaria para hacerla más interesante.
Dormir... un placer que pocos hacen bien. Muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño, toman tilas o somniferos, pero nada de eso les funciona (a algunas personas, claro). Dan muchas vueltas a la cama, o por que no encuentran la postura, o hace mucho calor o hace mucho frío, o simplemente pensando en como será el día de mañana o imaginándose como será su futuro dentro de unos años.
Todos los días son los mismos. ¿Y tú?. ¿Que harías para cambiar una mínima porción de tu día a día para que fuera más amena tu existencia en esto, a lo que llamamos mundo?.

                                           Piénsalo...

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Hay días que me pregunto, que si con un simple gesto, todo hubiera tenido un rumbo diferente.
No creo en el pasado, ni en el futuro, sino en el presente. Que es lo que vivo y lo que intento mantener tal y como está.
Ahora mismo, no estaría escribiendo esto por ninguna razón, sólo para desahogarme de lo que es el ajetreado mundo que hay allá fuera, que no deja respirar. Simplemente, hay muchas veces que no todo sale como quieres, pero ese simple error, puede hacer que todo cambie en un instante.
Hay muchas preguntas que me hago cada día, por ver como sería esa vida que tanto he anhelado en los momentos más difíciles.
Pero ahora estoy bien. Pasando de todo (literalmente), y siguiendo la vida tal y como la marca el destino y la casualidad. Ahora mismo estoy en una aventura, que no sé como acabará, pero merece la pena vivirla.
Todo da vueltas por alguna razón, esa es mi vida. En eso me guío para seguir con todo hacía a delante.

Un mundo creado por nosotros. Nuestro propio mundo.
Todo lo que podamos imaginar, desde árboles tan altos que toquen las estrellas, hasta nosotros mismos pudiendo volar. Todo eso, es fruto de nuestra imaginación, una de las mejores cosas de la mente humana.

Dejalá volar, y te sorprenderás a ti mismo.

Perfecto.

Siempre dicen que la perfección está en muy pocas personas. Pero... que tipo de perfección es la que realmente vale la pena? 

Todos somos perfectos a nuestra manera. 

Nuestra perfección, la de cada uno, es la que vale la pena.

Los sueños, sueños son.

Dicen que cuando duermes, siempre sueñas. Pero hay muchas veces que no te acuerdas de los sueños.

Los sueños pueden llegar a ser bonitos, imaginándonos universos paralelos donde todo es posible. Mucha gente piensa que ojala, en la vida real fuera así de sencillo, que con un simple chasquido de dedos o con un silbido, todo cambie.

La imaginación no tiene límites, pero... ¿ Y si ese sueño se convierte en pesadilla ? Sería extraño que sucediera, pero a mucha gente le ha pasado. De repente, estás volando libre cual pájaro, e intentan matarte con todo lo que pueden, por que te ven una gran amenaza. 

En conclusión, hay que tener los pies en la tierra, y no la cabeza en las nubes. Aunque la vida real   sea, a veces, como no nos la esperamos, es fácil refugiarse en sueños. Pero si lo haces muy a menudo, acabarás viviendo una mentira.