16 ene 2012

¿Por qué no bailamos?

Con una voz susurrante y mágica, empezó a recitar estas palabras:
- Guardo tu cadáver en casa, 
para hablar con alguien cuando se apagan las luces, 
para oler la caducidad del amor, 
la ligereza de los años...


El largo e idealizado recuerdo
de momentos que fueron tan breves.
¿No me cuentas nada esta noche?
Solo se oye el rumor de los gusanos en tu vientre, 
te noto algo fría y rígida.
¿No habré dicho nada inapropiado, verdad?


¿Por qué no bailamos? 


Y así selló sus sueños...

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