Finlandia, el país de los lagos.
Imagínate allí ahora mismo... En frente de un gran ventanal, en una casa perdida en el bosque. Silencio y tranquilidad, huyendo de la civilización.
Te pones los guantes, gorro y bufanda. Te preparas un chocolate caliente para alejar el frío, observando desde el gran ventanal, un paisaje blanco, que contrasta con el claro cielo azul. Abetos, cubiertos de nieve y el sol reflejándose en ella.
Cuando te acabas el chocolate caliente pones la música y empiezas a disfrutarla como si no hubiera mañana.
El sol deja de brillar en la blanca nieve y llega la oscuridad. Ese magnífico día acaba cuando te metes en la cama como un niño pequeño, arropándote hasta no dejar descubierta ninguna parte de tu cuerpo. Y te sumerges en un dulce sueño.